Recientemente diseñamos la etiqueta para el vino blanco de la izakaya japonesa Yokaloka en Madrid. Un pequeño encargo diferente a lo que solemos hacer habitualmente.

Es posible que no sean los trabajos más rentables por la cantidad de tiempo que conllevan, pero nos encanta cuando nos contratan para este tipo de encargos relacionados con el branding o la ilustración, porque nos sacan de la rutina de la tecla y la programación y nos retan a ser extra-creativos con las propuestas.

Dedicar unos días a desconectar y a imaginar cómo "vestir" un producto para que resulte atractivo y represente los valores de la marca de la mejor forma posible es algo que nos encanta. Es casi terapia.

En este artículo queremos contaros un poco el proceso creativo por el que transitamos para diseñar la etiqueta de este vino, así como algunos de los bocetos y maquetas preliminares.

En este caso, conociendo a los dueños de la izakaya ubicada en el Mercado de Antón Martín, decidimos apostar por algo menos convencional. Queríamos una etiqueta más personal, repleta de simbología nipona y que reflejase algo del carácter de los dueños de la izakaya, además de que respirara cierto aire retro.

Para ello, y a partir de unas fotos de Yoka y Stephane, creamos una ilustración con una pose bastante desenfadada, con kimonos, máscaras, tatuajes...

Esta de los tentáculos fue la primera de las tres propuestas que realizamos. Inicialmente la habíamos autodescartado por la cercanía a iconografía shunga o grabado erótico japonés, y claras referencias a El sueño de la esposa del pescador de Hokusai. Pensamos que a lo mejor no les parecía apropiada, aunque a nosotros nos gustaba bastante:

También se nos ocurrió jugar con los nombres de los vinos, ya que no habíamos hablado sobre ello durante el briefing. En este primer caso, un doble juego con los tentáculos del pulpo y el hecho de que el vino estaba criado sobre lías. Sí, muy cogido por pinzas. No sin razón, ninguno de los nombres propuestos pasó el corte... 😅

La segunda era una variación de la primera pero jugando con la idea de la ola de Hokusai (segunda vez presente) y el mar, que en principio pensamos que maridaba bien con el producto. Al final el resultado era algo más visto, menos integrado y original. Pero nos gusta presentar a nuestros clientes con distintas maquetas y variaciones para poder investigar y probar caminos diferentes:

Y la tercera, y favorita personal, presentando distintos elementos vinculados al vino en formato de bento. Aunque quizás demasiado arriesgado para un vino, este formato un poco Chris Waresco (si se me permite la osadía) creo que encajaría perfectamente aplicado a una cerveza artesanal:

Y el nombre de este también nos gustaba bastante. Se trata de un slang japonés que la gente joven utiliza para describir desde algo terrible a algo tremendamente cool o incluso un poco salvaje. Yabai! suena a grito de guerra y declaración de intenciones. En ese aspecto, quizás sería un nombre más adecuado para un vino tinto.

Mockups de los primeros diseños

Finalmente resultó seleccionada la primera opción que habíamos diseñado, algo que suele suceder habitualmente. Para la versión definitiva, se decidieron algunas ediciones sobre la maqueta inicial, como el rotulado en español y en hiragana, el nombre definitivo del vino que se quedó en "Yokaloka Blanco", así como aplicar un efecto envejecido para reforzar el aspecto vintage de la etiqueta y del que finalmente no acabamos tan convencidos. También añadimos el yōkai kasa-obake (傘おばけ: fantasma paraguas) que nos sugirió la propia Yoka y que ilustra este artículo.

En definitiva, un proyecto que hemos disfrutado, con el que nos lo hemos pasado bien, y además para uno de nuestros restaurantes favoritos de Madrid. No se puede pedir más.

Bueno sí, unas fotos algo mejores, pero el día que fui a hacerlas estaba incubando un megalovirus intestinal, y así salieron... Ya lo siento, pero así al menos veis la etiqueta en acción.

Grid con botellas de vino blanco Yokaloka en la izakaya
La etiqueta final

Y como bola extra, un par de bentos más, que harían unos fantásticos posavasos (guiño-guiño), con algunas de las ilustraciones que creamos durante el proceso de diseño de la etiqueta:

Si te ha gustado el resultado y quieres un packaging diferente para tus productos, ponte en contacto con nosotros.